El primer día de la semana

En tiempos de Jesús, los judíos no usaban el sistema romano actual para fijar las horas del día. Para nosotros el día comienza a la medianoche (00:00 hrs), mientras que para los judíos comienza a la hora en que el sol se esconde (más menos a las 18:00 hrs).

Pero los judíos tampoco usaban el sistema romano para nombrar los días de la semana, es decir, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo. De hecho, los judíos ni siquiera tenían nombres para los días de la semana, excepto el séptimo día al que llamaban sábado (sabbath). Por ello, nunca encontraremos en el Nuevo Testamento la palabra “lunes”, “martes” o “jueves” para referirse a un día en particular, puesto que no los usaban. Entonces, ¿cómo llamaban los judíos los días de la semana?

Pues bien, dado que el sábado era el día más importante para los judíos, ellos nombraban los días en el orden que ocupaban entre un sábado y otro (sabbaton o sabbatou). De esta manera, el domingo era el primero después del sábado, el lunes el segundo después del sábado, el martes el tercero después del sábado, y así sucesivamente. Así que el nombre de cada día de la semana judía era: primero de los sábados, segundo de los sábados, tercero de los sábados, y así sucesivamente. En muchos textos judíos, especialmente en el Talmud babilónico, se señala claramente cómo los judíos usaban este método, donde el sábado era la referencia para el resto de los días de la semana (Apologetics Press).

En el Nuevo Testamento encontramos ochos versículos con este tipo de expresión, y en todos ellos podemos leer literalmente la frase el “primero de los sábados” (mia ton sabbaton) en referencia al día domingo, y que ha sido traducida correctamente por los eruditos en griego como “primer día de la semana”, dándole a la palabra sabbatou el sentido correcto de “semana” o un “intervalo de siete días”. Por ejemplo, los hechos relatados el día en que se halló que la tumba de Jesús estaba vacía (Mateo 28:1; Marcos 16:2,9; Lucas 24:1; Juan 20:1), cuando Pablo se reunió con los cristianos en Troas (Hechos 20:7), y cuando Pablo pidió a la iglesia de Corinto que apartaran algo de lo que ganaban (1 Corintios 16:2), todos ellos ocurrieron el primer día de la semana.

Sin embargo, algunos no aceptan que la frase “primero de los sábados” sea una referencia al “primer día de la semana” o “domingo”. Insisten en que la palabra griega sabbatou debiera traducirse como “sábado” y no como “semana”. De esta manera, argumentan que los hechos relatados en los evangelios respecto de la resurrección de Jesús no ocurrieron un domingo, sino un sábado. Pero si consideráramos este punto de vista existen algunos problemas. Jesús usó la misma la palabra en la parábola del fariseo y el publicano, cuando dijo que el fariseo ayunaba dos veces a la semana (sabbatou). Claramente la palabra sabbatou en este caso sólo puede traducirse como semana, puesto que el fariseo no podría ayunar dos veces el sábado (Lucas 18:11-12).